lunes, 4 de abril de 2011

Guía de lectura # 1.

La comunicación juega un papel de suma importancia dentro del desarrollo de la sociedad en general, ya que la misma tiene que ver con la forma cómo las personas interactúan y como influyen los unos sobre los otros. Se pueden adoptar distintas formas para comunicarse, de manera oral, escrita, visual o cualquier método orientado a la materialización de ideas.
La comunicación oral es espontánea y natural, existe la retroalimentación entre los interlocutores. Por ser  presencial se estimulan los sentidos de la vista y del oído al mismo tiempo. Esto permite señalar no solo objetos y pensamientos con palabras, sino también la expresión de sentimientos e intenciones, ya que se está compartiendo un contexto.
A diferencia de la comunicación escrita, donde se utiliza un canal visual, se requiere de un dominio amplio del léxico, así como de las reglas gramaticales y ortográficas, y debido al carácter de permanencia de lo escrito, se debe ser mas preciso para que el mensaje llegue claro. Del mismo modo, la comunicación escrita también es transportable, se puede releer hasta comprender el mensaje y favorece el ordenamiento de las ideas.
Cabe destacar que, para algunos es más fácil escribir que hablar, por el temor a que los nervios los traicionen, para otros lo contrario.
A continuación, el esquema de comunicación oral de Jakobson:

Este esquema consta de seis elementos. Un destinador (emisor) que emite un mensaje que llega a un destinatario (receptor).
El mensaje debe hablar de algo, es decir, para que el mensaje se comprenda se requiere un contexto. Este término no debe confundirse con la acepción de entorno o circunstancia que rodea a la situación comunicativa.
Otro elemento del circuito es el contacto. Se refiere, en realidad, al canal o medio físico por el cual transita el mensaje pero es, además, el contacto psíquico que se produce entre el destinador y el destinatario. 
El último de los elementos es el código que, por su parte, asegura la comunicación en cuanto es común a destinador y destinatario; es el idioma imprescindible para que puedan comprenderse emisor y receptor. 

Referente a la relación entre emisor y receptor en la comunicación escrita, se puede decir que un texto debe adaptarse al contexto, debe ser coherente, ya que hay una ausencia de interacción entre ambos. A su vez, el canal de transmisión adquiere mayor importancia ya que es donde queda fijada la palabra. Asimismo, al no encontrarse presente el receptor, el emisor debe hacerse una idea del público o la persona a la cual se va dirigir y así adaptar su léxico. La comunicación debe ser más elaborada.

Con respecto al código, es el conjunto de reglas propias de cada sistema de signos y símbolos que el emisor utilizará para trasmitir su mensaje, para combinarlos de manera arbitraria porque tiene que estar de una manera adecuada para que el receptor pueda captarlo.
También existen unos códigos que intervienen en la comunicación que varios autores llaman “competencia”. Entre estos tenemos:

- Código sociocultural: Provee los marcos de referencia para la lectura y escritura, los referentes sobre lo que se escribe y se lee. Asimismo, contiene los conocimientos que poseen el lector y el escritor que pueden provenir de la experiencia directa o de otros textos.
- Código ideológico: Contiene los sistemas de creencias y de valores que manejan el escritor y el lector y que proyectan sobre los textos que leen o escriben.
- Código retórico: Según los griegos consistía en, saber utilizar la palabra en distintos contextos para hacer distintas cosas. Platón define la retórica como el arte de crear persuasión mediante la palabra. 
   Se refiere a la efectividad del discurso en espacios públicos como asambleas, juzgados, entre otros; o también, en prácticas de comunicación social como la publicidad. El término “retórico” ha sido utilizado en varios contextos, desde cursos para escribir correctamente, oratoria con técnicas para defender los propios puntos de vista, hasta modalidades del pensamiento.
- Código lingüístico: Contiene los conocimientos acerca de la lengua que tienen los usuarios desde la fonética, hasta el conocimiento léxico y gramatical. En el caso de la lengua escrita, se incorpora la ortografía.

Aunado a esto, anteriormente se pensaba que el texto era sólo producto de la actividad del escritor; es decir, que era él quien fijaba el sentido del mensaje, al cual el lector debía ajustar su manera interpretativa. Otra teoría refiere que el texto no leído no es texto; es decir, que no sólo depende de la actividad del escritor, ya que el texto es fundamentalmente construcción de sentido.
A mi parecer, el lector tiene mucha importancia para el escritor, es necesario que éste cree un receptor virtual al momento de escribir, para así poder desarrollar de manera adecuada la trama del texto, dándole sentido en general de acuerdo a este público al que quiere llegar. En pocas palabras, el texto mismo debe ser creado a partir de la  intencionalidad del escritor y del papel fundamental que juega el lector.
Del mismo modo, la relación entre escritor y lector, queda determinada por la interactividad entre ambos, que, aunque no fue de manera presencial, se denota como la cooperación entre ambos para darle sentido a una lectura.




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